Alguna
vez en nuestra vida, todos nos hemos sentido culpables de algo que hicimos o
hemos pensado hacer, a causa de ello nos sentimos inestables emocionalmente y
posiblemente también vivimos en el pasado, más no vivimos en el presente.
¿No
sabes cómo tomar el control de tu vida o siempre culpas a los demás por los
resultados negativos que obtienes? En
este artículo te enseño a ser libre, ser el sueño de tu presente y aceptar las
circunstancias que te tocó vivir.
Como
decíamos al principio, muchas veces nos hemos sentido víctimas de las circunstancias que nos ha tocado
vivir, culpar a los demás de nuestras desdichas y sobre todo no aceptar el
resultado de nuestros actos y responsabilidades. Sin embargo, Carl G. Jung, decía que “las
proyecciones convierten al entorno en el propio rostro, que es a la vez algo
desconocido”. ¿Qué significa esto?, pues sencillamente significa, que a veces
te sientes desesperado ante tu propia falta de confianza y de dominio, a causa
de ello pierdes el control, permites que sea la situación la que te controla,
en el lugar de que tú lo hagas.
Para
ser dueños de nuestro presente y futuro, tenemos que entender que las
circunstancias que nos ha tocado vivir, no podemos cambiar. Es decir, no
podemos pasar quejándonos a cada momento y echándole la culpa o reclamando por
las circunstancias que nos tocó vivir o simplemente no podemos volver a nacer
para que nos toque un mundo mejor. Sin embargo, sí podemos cambiar nuestra actitud. Simplemente acéptala e identifica
cuál es tu propósito en la vida, una vez que descubras tu porvenir, trabaja y
crece en ella constantemente y construye
cada día tu presente y conquista tu
futuro. Eso sí lo podemos cambiar poniendo una actitud positiva hacia la
vida. Para aclarar esta parte vamos a
citar lo que dijo una vez Teilhard de Chadin “el hombre no es víctima de las
circunstancias, el hombre crea su propia circunstancia” ¿Qué quiere decir
esto?, pues en algún momento seguramente has pensado que eres víctima del medio
ambiente o tal vez pensaste que Dios es
malo contigo. Amigos, Dios ni nadie tiene la culpa de que estés mal o sufriendo
por algo. Seguramente es el resultado de las circunstancias que te lo has creado tú en el transcurso de tu vida.
Para
terminar, si no te gusta tus circunstancias. Es decir, tus resultados.
Cámbialas y punto. No te gusta tu trabajo, si no te gustan tus amigos, si no te
gusta tu pareja, etc. Pues simplemente busca otro ¿para qué quejarte tanto?
¿Crees que quejándote vas a cambiar? No creo.
A
continuación, te dejo algunos principios que pueden ser útiles sí lo aplicas
como un hábito en tu vida diaria.
- Lo que haces hoy, es parte de tu futuro. Pregúntate sí lo que has hecho hoy, te acerca a tu meta.
- Sé el dueño de tu vida y libérate de los rencores que has acumulado en tu vida.
- Deja de culpar a los demás de tus resultados o quejarte diciéndote que eres víctima de las circunstancias o simplemente decir que tiene mala suerte.
- Aprenda a vivir en el presente, aprovecha cada momento de tu vida al máximo con una actitud positiva. Es decir, para tener un buen futuro, haz un buen presente.
- Deja de preocuparte por lo que pasó o pasará más adelante porque así no cambiarás nada, más bien atraerás de nuevo.
- Sé amable con los demás, no descalifiques a nadie porque las personas quieren vivir a su estilo, deja que se hagan responsables de sus actos.
Si fue útil para ti, puede ser útil para los demás. Compártela!!
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